REVELACIONES
REVELACIONES
MANIFIESTO DE LA ESCUELA MÁGICA DE MADRID
Publicado el 12 may 2020
Prefiero ser un hombre de paradojas,
que un hombre de prejuicios.
(Jacques Rousseau).
Han pasado cuarenta y nueve años y se dice pronto, casi medio siglo desde la publicación del primer manifiesto escrito sobre el arte de la magia y el ilusionismo, un manifiesto que sus autores denominaron como Manifiesto de la Escuela Mágica de Madrid.
Por primera vez en la Historia de la Magia, se cumplía con una tradición de la Historia del Arte y sus vanguardias.
La publicación de un manifiesto, un tratado, una carta, una declaración o un testimonio, es principalmente un documento con el que sus firmantes se posicionan frente a una realidad, mostrándose dispuestos a analizarla, extraer conclusiones y plasmar su deseo e intención de romper con la tradición y explorar todas las posibilidades que el pensamiento contemporáneo les entrega, a través del trabajo crítico constructivo, el estudio profundo y detallado de las técnicas y los aspectos psicológicos en consonancia con los avances sociales y tecnológicos del momento.
Publicado en Madrid en Junio de 1971, el grupo formado por Juan Antón, Arturo de Ascanio, Ricardo Marré, José Puchol, Juan Tamariz, Ramón Varela y Camilo Vázquez,
La publicación de un manifiesto, un tratado, una carta, una declaración o un testimonio, es principalmente un documento con el que sus firmantes se posicionan frente a una realidad, mostrándose dispuestos a analizarla, extraer conclusiones y plasmar su deseo e intención de romper con la tradición y explorar todas las posibilidades que el pensamiento contemporáneo les entrega, a través del trabajo crítico constructivo, el estudio profundo y detallado de las técnicas y los aspectos psicológicos en consonancia con los avances sociales y tecnológicos del momento.
Publicado en Madrid en Junio de 1971, el grupo formado por Juan Antón, Arturo de Ascanio, Ricardo Marré, José Puchol, Juan Tamariz, Ramón Varela y Camilo Vázquez,
A tal fin, en el comienzo de su manifiesto, establecieron la fundación de la Escuela Mágica de Madrid cuyo fin primordial seria la magia: su mejora, su estudio, su profundidad y la apertura de nuevos caminos y nuevas posibilidades para ella.
A punto de cumplirse medio siglo de su publicación, se hace necesario retomar este manifiesto como guía y punto de partida en la realización de un análisis realista y contemporáneo, que dé respuestas a la nueva realidad.
Han sido muchos los logros y los notables resultados obtenidos en los últimos años, pero también debemos reconocer aquellos otros que a pesar de contemplarse en el MEMM quedaron en el olvido. En este artículo, pretendo afrontar aspectos que eran impensables en su día, como la enorme transformación que ha supuesto internet, con la que se ha forjado una nueva realidad y han crecido nuevas generaciones, cuyos procesos de aprendizaje han variado enormemente transformando aspectos fundamentales de la propia naturaleza de nuestro arte.
El descuido o abandono que se hizo de algunos puntos del MEMM, han malogrado muchos de los propósitos que en él se recogían, acrecentándose tales deficiencias, con la aparición de Internet. Con la aparición de la red de redes, algo impensable cuando este se publicó, surgió rápidamente un anacronismo y una cascada de paradigmas, a los que no se han dado todavía respuesta, manteniéndose estructuras, códigos, sistemas, actos, eventos, organismos y formas cuya existencia hoy, debemos replantearnos nuevamente, haciendo una verdadera autocritica y teniendo más presente que nunca las acertadas propuestas contenidas en el MEMM, el cual podemos encontrar fácilmente con una mínima búsqueda en la red, aunque como no podía ser de otra forma, personalmente recomiendo su lectura en el libro "La historia de la Magia española del siglo XX” extraordinario trabajo de Miguel Ángel Gea publicado por la editorial Páginas, o la siempre sugerente visita a la Fundación Juan March.
Son múltiples y variados los aspectos estructurales en nuestro arte, que permanecen inmutables a pesar de resultar absolutamente obsoletos, haciéndose patente la incapacidad de aceptar una necesaria evolución y renovación, manteniendo inexplicablemente a la Magia y el Ilusionismo como un hobby, un entretenimiento o en el mejor de los casos como un arte menor.
Esta realidad no difiere en absoluto de la recogida por el MEMM, podríamos incluso decir, que aquellos aspectos fundamentales que dieron origen al manifiesto son a día de hoy tan actuales como entonces y la lectura de aquel manifiesto podría bien comenzar con aquella frase atribuida a Fray Luis de León Dicebamus hesterna die (como decíamos ayer) y la dijo como si sus cuatro años de prisión no hubieran transcurrido. Lamentablemente en nuestro caso han transcurrido cuarenta y nueve años (casi medio siglo).
Revelaciones
La MAGIA sigue alejada de su espacio natural, los teatros.
La principal causa es la falta de acuerdo y consenso existente dentro de la propia comunidad, motivada principalmente entre otras, por la escasa o inexistente formación de la gran mayoría de sus miembros, en cuanto a artes escénicas se refiere.
Todavía hoy, nos enfrentamos a acaloradas discusiones como por ejemplo, sobre la relación existente entre la magia y el teatro dentro de la propia comunidad de magos e ilusionistas, cuando con un estudio mucho menos simplista y endogámico de nuestro arte, se resolverían estas y muchas otras cuestiones, cambiando radicalmente nuestra percepción así como la del gran público de de ver, comprender, sentir y vivir nuestro arte.
Se hace necesario un estudio y una investigación seria y formal desde el ámbito universitario, intelectual o académico, con el que la comunidad mágica debe establecer una permanente colaboración, creando las sinergias necesarias para el desarrollo de trabajos de investigación y tesis en campos como la historia, la filosofía, la antropología, la literatura, la psicología, las ciencias y las artes escénicas, sin mantenernos inexplicablemente por más tiempo refugiados en el mero efectismo ilusionista. Es cierto que en los últimos años, se han dado algunos pasos en esta dirección, destacables son algunos trabajos realizados en referencia a la relación magia y ciencia, destacados son también los realizados en magia y neurociencia y magia y matemáticas, pero estos trabajos han surgido como gotas en el océano, estudios y colaboraciones puntuales que pese a resultar extraordinariamente interesantes, y de gran calidad, no han alcanzado la relevancia necesaria para fijar su continuidad, un mayor desarrollo y una amplia profundización, pues lamentablemente fueron concebidos como colaboraciones puntuales y concretas tanto en el espacio como en el tiempo.
Por otra parte contamos con magnificas aportaciones como las de Xuxo Ruiz, con su contribución en el campo de la pedagogía, con las aplicaciones pedagógicas de la magia, que afortunadamente perdura en el tiempo dada su calidad y extraordinaria acogida en el campo de la docencia.
Retomando la relación de la magia con las artes escénicas, debemos hacer una reflexión franca y sincera de nuestras enormes carencias.
Como consecuencia de estas entre otras, pocos son los programadores de la red nacional de teatros que cuentan con la magia y el ilusionismo, como un arte escénico enriquecedor y necesario en una programación teatral de calidad, más bien al contrario, huyen de programar MAGIA dentro de sus posibilidades, a excepción de en los socorridos ciclos infantiles.
Las pocas excepciones en las que hoy en día se incluyen espectáculos de Magia dentro de las programaciones oficiales en teatros principales, corresponden a aquellos espectáculos avalados por productoras televisivas o por aquellas producciones cuyo cabeza de cartel es un Ilusionista que garantiza una amplia venta en taquilla, más por su popularidad televisiva que por la calidad del espectáculo ofrecido, lo cual es una razón tan válida como espuria y tan clara como innecesaria de explicar.
Jesús Hermida el televisivo periodista sentenció en su día (si no sales por televisión, no existes) y lamentablemente en esas andamos. Lo terrible de esta sentencia es su contemporaneidad, lo que la hace efectiva aun hoy en día, cuando la televisión hace años que dejó de ser la ventana por la que se asomaban al mundo, los mejores en cada uno de sus campos, los mejores periodistas e investigadores, los mejores artistas, , escritores, pensadores, filósofos, actores y dramaturgos.
Hoy la televisión con sus mínimas excepciones, suele ser una olla podrida de oportunistas y chabacanos, de freaks y snobs adoctrinados y serviles, de necios y manipuladores, de restos anacrónicos y esperpénticos donde la meritocracia, la calidad y la objetividad brillan por su ausencia como el respeto por nuestro arte, en pro de unos índices de audiencia completamente manipulados al servicio de los intereses económicos y partidistas de las grandes corporaciones en el ejercicio y defensa de su monopolio sobre los medios de comunicación y por ende de la opinión pública, a los que por razones obvias como el mal gobierno, acaban imponiendo a los más, la ley de los menos.
Hoy la televisión con sus mínimas excepciones, suele ser una olla podrida de oportunistas y chabacanos, de freaks y snobs adoctrinados y serviles, de necios y manipuladores, de restos anacrónicos y esperpénticos donde la meritocracia, la calidad y la objetividad brillan por su ausencia como el respeto por nuestro arte, en pro de unos índices de audiencia completamente manipulados al servicio de los intereses económicos y partidistas de las grandes corporaciones en el ejercicio y defensa de su monopolio sobre los medios de comunicación y por ende de la opinión pública, a los que por razones obvias como el mal gobierno, acaban imponiendo a los más, la ley de los menos.
Permítaseme al respecto de este punto en concreto, la recomendación cinematográfica de CIUDADANO KANE del indiscutible genio Orson Wells, el cual durante toda su vida perteneció al sindicato profesional de Magos en los EEUU, compaginando sus trabajos de interpretación y dirección con la de mago e ilusionista, afortunadamente muchas de sus actuaciones quedaron recogidas en alguna de sus películas como en sus apariciones televisivas en populares shows como el de los Muppets, sin que esto suponga una F de FAKE.
Si a este fenómeno de corrupción y decadencia de la propia televisión, le añadimos la ausencia de un público crítico y formado por los motivos anteriormente expuestos (basta con ver el tipo de televisión que engulle), el absoluto desinterés por parte de los responsables de las políticas culturales, por la cultura en general y el género mágico en particular, la aparición de internet trastocando la naturaleza propia de este arte escénico, acabando con el secreto, la incapacidad de adaptarse y renovar el arte mágico por una comunidad que permanece ajena y escasamente formada académicamente en las artes escénicas, la cual está formada en su mayoría, por aficionados y amateurs que suplen sus carencias con más pasión que conocimiento, y unos profesionales más preocupados por el aumento de sus cuentas corrientes, su imagen pública y su ego, que por una contribución a lo común, llegamos a la triste realidad por la cual la MAGIA, sigue siendo una mera anécdota en las artes escénicas y careciendo de un peso especifico y un espacio propio en el ámbito cultural y sin ningún reconocimiento socio-político.
Afortunadamente no siempre existe este desequilibrio y podemos decir que también a su vez, existen espectáculos y artistas con nombres propios, cuya calidad artística, profesional y humana, justifica la popularidad y la fama que les precede, pero desafortunadamente esta excepción que justifica a toda regla, en este caso, tampoco es una regla en si misma.
Es del género absurdo pretender tener un público crítico y formado cuando es la propia comunidad mágica la que carece de una formación adecuada y critica. Las artes escénicas viven ajenas al arte de la Magia, porque el arte de la Magia vive ajeno a las artes escénicas.
Cuando un ilusionista, que ha tenido la enorme fortuna de ser contratado en un espacio escénico o un espacio televisivo, donde dispone de medios técnicos y humanos, así como de un equipo de producción, se planta delante de un técnico que pretende hacer su trabajo, y la única respuesta que obtiene es “a mí que se me vea y se me escuche”, éste semejante disparate corrobora esta triste realidad. Con este patético y real ejemplo no puede imaginarse la pobre imagen que está proyectando ante un equipo de profesionales no solo de sí mismo, esa imagen, es una proyección del arte al que representa, es mostrar una absoluta falta de profesionalidad, tanto por su trabajo, como por el trabajo de los profesionales que están a su disposición. Un técnico de luces o sonido es mucho más que un tipo que enciende y apaga luces o sube y baja el volumen de la música y el micro. Con suerte nos encontraremos delante de ingenieros de iluminación y de sonido o de técnicos profesionales formados y versados en multitud de espectáculos de toda índole, capaces de dotar el espacio de volúmenes que nada tienen que ver con la desnuda escena, (siempre que nuestro trabajo no esté dentro de un contexto encuadrado en la teoría de Peter Brook y su espacio vacío) que no suele ser el caso y de serlo, también requeriría de su uso y de una forma mucho más especifica. El uso de la luz como un elemento fundamental en la puesta en escena, es imprescindible para imprimir volúmenes al espacio, transmitir emociones y sensaciones a nuestro público, de igual forma que el uso de un adecuado espacio sonoro y una correcta puesta en escena serán fundamentales para alcanzar nuestro objetivo de sorprender e ilusionar hasta el punto de emocionar.
Es fundamental tener un conocimiento de estos medios o contar en nuestro equipo con alguien que lo tenga y sepa hacer un correcto uso de estos, seguir obviando aspectos tan fundamentales es tremendamente contraproducente si queremos ofrecer un trabajo de calidad, que ponga de manifiesto nuestro respeto por el público y por nuestra profesión.
El mejor artista del mundo puede ver arruinado su acto si no va acompañado de una correcta puesta en escena. Obviamente los medios técnicos no siempre son los más favorables para una representación, los teatros de pequeñas localidades y centros culturales no siempre cuentan con los recursos y el personal más adecuados, es entonces cuando debemos poner de manifiesto nuestra capacidad de adaptación, nuestra experiencia y profesionalidad, habiendo previsto con suficiente anterioridad tales faltas, pues incluso en estas situaciones, la falta de previsión y planificación suele ser un factor determinante.
Afortunadamente jóvenes promesas como Luis Olmedo pronto pondrán las bases de lo que debe ser la correcta presentación de un acto Mágico, al tratarse de un artista que se precia y que cuida absolutamente todos los aspectos de su arte, decía René Lavand (todas mis improvisaciones son la resultante de mi más profunda deliberación) dejando patente su excelencia profesional y su genio al que insisto acabará uniéndose este joven artista.
La improvisación ha de ofrecerse como fruto de un trabajo bien estructurado e interiorizado, es entonces cuando aflora como una verdad, mostrándose ajena a toda elaboración a todo artificio. La verdad es ajena a la manipulación, a la estructura o al pensamiento, la verdad es orgánica y fluye desde lo más profundo del ser, a través de una técnica y un conocimiento previamente bien trabajados e interiorizados. En palabras de René Lavand (hasta que el conocimiento no llega al musculo es tan solo un rumor).
Esta filosofía puesta a disposición de nuestro arte es un camino que debemos explorar con intensidad, creando una nueva corriente que nos aleje de la improvisación fruto de la falta de medios, ensayo y preparación o de la falta de estudio o conocimiento. No podemos seguir excusándonos y justificándonos, la autocritica es absolutamente necesaria, si queremos contribuir a un futuro esperanzador para nuestro arte.
Con el objeto de recuperar los espacios perdidos, deberemos seguir como los maestros Ascanio y Tamariz entre otros, dotando a la Magia de su propia semiotica y de la semiótica propia de las artes escénicas, compartiendo espacios, estructuras y formas, códigos y lenguajes. Dontándola de la propia magia de la que ha sido despojada y devolverla al espacio sagrado del que proviene, el gran escenario.
Esta idea me retrotrae al acto con el que el gran Miguel Muñoz ganó el campeonato del mundo de Magia de escena, al tratarse de un acto MÁGICO en mayúsculas, donde el artista traspasa la frontera de lo efectista, lo sorprendente y lo visual proporcionando al espectador el más profundo de los sentimientos, es pura emoción con una enorme carga de significado, un acto catártico. Su magia es sobrecogedora y poética al mismo tiempo, con una cuidada puesta en escena que conjuga un uso de la luz y del espacio sonoro de forma exquisita. Un artista magistral que ha sabido plasmar su conocimiento y preparación con la maestría de quien conoce en profundidad el lenguaje del circo, el teatro, la magia y el arte contemporáneo. Sus siete años formando parte de la compañía Londinense de Circo de Arte Contemporáneo “No Fit State” así lo avalan.
El MEMM plantea la conquista de nuevos espacios que sean más acordes para la representación y puesta en escena de algunas de las especialidades existentes en Magia.
Hoy debemos sumar a estos, aquellos que han surgido con la llegada de las nuevas tecnologías, estableciéndose con sus propios códigos y sus propias reglas, afortunadamente estamos asistiendo a un extraordinario trabajo de investigación y exploración en el campo de las nuevas tecnologías y la red de redes, donde artistas de la talla humana y artistica del siempre genial Mario López a través de plataformas como “Instagram” están obteniendo magníficos resultados con propuestas tan extraordinarias como sorprendentes, fruto de un trabajo y una investigación a la altura de su talento y genialidad,ofreciéndonos con “the_milagro_oficial” un verdadero ejemplo de buena magia en redes, digno de estudio, siendo un verdadero referente del correcto uso y de las enormes posibilidades que la red y sus plataformas ofrecen o sino que se lo pregunten a Juan Colas, a quienes no lo conozcan, les invito a descubrirlo "ladies and gentleman pasen y vean" .
Un aspecto muy descuidado es la necesaria reivindicación de la profesionalidad de la Magia y el Ilusionismo, dentro del propio espacio socio-político, no podemos consentir, seguir formando parte de un apéndice laboral como el actual de saltimbancos, excéntricos, toreros y caricatos o de apéndices de nueva creación, que siguen sin contemplar nuestra verdadera naturaleza profesional .
Creo extremadamente necesario replantearse la función de los círculos y los congresos, de la estructura y el organigrama interno que dirige y rige nuestro arte. Debemos apostar por nuevas entidades y organismos, en torno a los cuales se reestructure la profesionalización de nuestro arte. Estudiar seriamente propuestas como, la inclusión de nuestros profesionales en el sindicato de actores o al modo de los EEUU crear un sindicato profesional propio, que nos libere de la absurda y decadente formula deportivo federativa, en la que nuestro arte se asfixia lentamente víctima de una enfermiza endogamia. Es necesario plantearse un organismo que de respuesta a las múltiples y comunes necesidades profesionales asegurando el reconocimiento y el ejercicio de nuestra profesión con todo tipo de garantías en consonancia con las naturales características a nuestra profesión, dotándola así mismo de un necesario código deontológico que recoja derechos y obligaciones mas allá de el ficticio y anárquico romanticismo por el que nos regimos en la actualidad.
Podemos barajar la posibilidad de formar parte de academias como la de las artes escénicas, participando activamente en sus foros y circuitos en los que se muestren los trabajos y las propuestas de magos e ilusionistas al gran público, con las mismas garantías y condiciones con las que lo hacen el resto de profesionales del mundo del espectáculo y con el tiempo, tal vez podamos incluso optar a un premio Max al mejor espectáculo de Magia, ¿porque no?.
Afortunadamente las carencias que sufre la Magia Española, son magistralmente compensadas por el extraordinario talento de muchos de sus artistas, el número de premios y reconocimientos a nivel mundial tanto en magia de cerca, como en gran escena va cada año en aumento, el prestigio y la influencia internacional que la Escuela Mágica de Madrid ha conseguido en pro de la Magia española es innegable. El Maestro Juan Tamariz firmante del manifiesto y alma mater de la magia española, obtuvo en 2010 la medalla de honor a las Bellas Artes, hay quienes quieren ver que con este galardón, el ilusionismo quedó encuadrado y en cierta forma reconocido, como una de las bellas artes, personalmente creo que no fue así, ya que se trataba exclusivamente de un reconocimiento absolutamente merecido a la trayectoria profesional de un genio español, y que dada la conocida generosidad del maestro, quiso hacerlo extensible al ilusionismo. Pero sin negar el honor y el prestigio que tal reconocimiento supone, afirmo categóricamente, que Juan Tamariz con una trayectoria por todos conocida, es merecedor de un reconocimiento mucho mayor y específico, que el de una medalla de ese cajón desastre en el que se han convertido las bellas artes en este país, aunque menos es nada.
También es destacable en estos últimos años, la aventura universitaria emprendida por Fernando Arribas con su Certificado Superior en Ilusionismo impartido por el Real Centro Universitario María Cristina, interesante aportación para los ilusionistas más puros, el cual se suma a los muchos esfuerzos que la comunidad mágica realiza con el ánimo de ganar un prestigio y un reconocimiento tan merecido como necesario, pero el camino por recorrer es amplio y sigue estando lleno de dificultades, paradojas y anacronismos. Los trabajos y las investigaciones, las obras y las tesis han de plasmarse en publicaciones que den sostén al necesario futuro de la magia y no la reduzcan a meras compilaciones y manuales de técnicas más o menos efectistas. Falta mucha investigación en diferentes campos a los que por un absurdo temor o recelo no nos aproximamos, hablar sobre semiótica y psicología de una baraja, puede sonar extraño, pero solo para quienes desconocen el trabajo del gran maestro Arturo de Ascanio.
Así que retomemos sus enseñanzas, continuemos el camino marcado y trabajemos en pro de nuestro arte de manera más consciente, participando y profundizando en los trabajos y producciones existentes y de extraordinaria calidad, como el que continua realizando la Escuela Mágica de Madrid, leamos y estudiemos a autores tan pródigos, extraordinarios y siempre recomendables como Ramón Mayrata que han sabido transmitirnos una visión mucho más amplia históricamente hermosa y enriquecedora del arte de la Magia.
También es destacable en estos últimos años, la aventura universitaria emprendida por Fernando Arribas con su Certificado Superior en Ilusionismo impartido por el Real Centro Universitario María Cristina, interesante aportación para los ilusionistas más puros, el cual se suma a los muchos esfuerzos que la comunidad mágica realiza con el ánimo de ganar un prestigio y un reconocimiento tan merecido como necesario, pero el camino por recorrer es amplio y sigue estando lleno de dificultades, paradojas y anacronismos. Los trabajos y las investigaciones, las obras y las tesis han de plasmarse en publicaciones que den sostén al necesario futuro de la magia y no la reduzcan a meras compilaciones y manuales de técnicas más o menos efectistas. Falta mucha investigación en diferentes campos a los que por un absurdo temor o recelo no nos aproximamos, hablar sobre semiótica y psicología de una baraja, puede sonar extraño, pero solo para quienes desconocen el trabajo del gran maestro Arturo de Ascanio.
Así que retomemos sus enseñanzas, continuemos el camino marcado y trabajemos en pro de nuestro arte de manera más consciente, participando y profundizando en los trabajos y producciones existentes y de extraordinaria calidad, como el que continua realizando la Escuela Mágica de Madrid, leamos y estudiemos a autores tan pródigos, extraordinarios y siempre recomendables como Ramón Mayrata que han sabido transmitirnos una visión mucho más amplia históricamente hermosa y enriquecedora del arte de la Magia.
Si tuviéramos más presente el MEMM y aceptáramos de forma consciente y consecuente sus propuestas, reescribiríamos la propia historia de nuestro arte, la historia de la puesta en escena e inclusive la historia del teatro y las artes escénicas. Aun queda mucho por decir en temas como la hermenéutica, la cosmología y la cosmogonía, queda mucho por aportar a la antropología y la filosofía, mucho por explorar en base a la dýnamis y el pensamiento mágico.
Nos están esperando las obras e investigaciones de autores tan sugerentes como Peter Kingsley, Georg Luck o el propio C, G. Jung, pues todos ellos a poco que indaguemos nos desvelarán su profunda relación con el pensamiento mágico y la historia de la Magia, como también lo estuvieron Pitágoras, Luca Pacioli, Jhon Dee o Da Vinci. Debemos ser capaces de avanzar tal y como se recoge en el MEMM por senderos inexplorados por nosotros hasta la fecha, libres de dogmatismos y endogamias simplistas, debemos ser capaces de ofrecer una visión de nuestro arte mucho más amplia y espectacular, que la ayude a ser reconocida nuevamente como la reina de las artes, pues es la magia el origen primigenio de todas las artes y las ciencias, de toda fuente de conocimiento, es magia todo cuanto es, es magia todo cuanto fue y todo cuanto será.
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