METONIMIA DE LA MAGIA Y EL ILUSIONISMO

Pocas cosas me resultan más aburridas que aquellos temas cuyo debate, desde su planteamiento están abocados a disertaciones fundamentadas en aspectos meramente emocionales, pues la emoción no forma parte del intelecto, si no más bien al contrario es el intelecto el que da forma a nuestras emociones, y la falta de éste, suele ser el origen de una yerma  discusión en el mejor de los casos.

Tampoco aquellos cuyos posicionamientos de partida son fruto del populismo intelectual, tan de actualidad. Leer una biografia o repetir lo escuchado por una u otra fuente o medio de comunicación, más o menos fiable o ilustrada, y máxime sin que ésta haya sido contrastada,  no nos convierte en historiadores ni  biógrafos, ni muchísimo menos en intelectuales, de la misma manera que el uso de un serrucho, no nos hace carpinteros, por muy recto y preciso que nos haya salido el corte.

Un sencillo y conocido ejemplo es el ampliamente popularizado jeroglífico egipcio antiguo de la tumba de Beni Hasan en Egipto, de dos personas sentadas con tazas al que se le atribuye ser la primera representación gráfica del juego de los guijarros misteriosos de la antigua Grecia o del acetabula et calculi del imperio Romano, el Cheppum Panthun Indú o del posteriormente conocido como cups and balls o juego de los cubiletes.


                                   


Cuando se ve dentro del contexto de los glifos circundantes, la imagen representa algún procedimiento culinario, lo más probable es que el jeroglífico sea una representación de personas fabricando y apilando ladrillos de estiércol, los ladrillos de estiércol se queman como combustible para cocinar y en el jeroglífico se habría colocado apropiadamente junto con otros recursos y procedimientos culinarios, lo que no ha impedido que todavia se incluya en publicaciones y articulos o haya quien cuestione la naturaleza de este ñordo.

Tanto éste como otros muchos datos, conceptos e ideas son absolutamente incorrectos sin que por ello hayan dejado de formar parte de lo que particularmente denomino cómo "folclore de la ilusión".

No seré yo quien niegue que muchos de los mitos que conforman éste folclore de la ilusión fueron a lo largo de la historia deliberadamente creados y explotados en su propio beneficio por muchos de los nombres propios que conforman nuestro arte, otros, fueron fruto de espurios intereses religiosos, culturales o politicos.

La obra "The Discoverie of Witchcraft " Reginald Scott  del  1538, creo que es en sí misma un tratado sobre la  "METONIMIA DE LA MAGIA Y EL ILUSIONISMO" de principios del siglo XIV y que aun hoy en los inicios del siglo XXI sigue siendo un  tema que genera  acalorados debates.  

Como punto de partida dejaremos fuera a todos aquellos que no presenten sus espectáculos dentro del contexto de las artes escénicas como tales, pues el tema que nos concierne se limita a las figuras tanto del Mago como del Ilusionista encuadradas en éstas. Por tanto, predicadores, tarotistas, quiromantes y demás caterva quedan absolutamente fuera deseandoles bendiciones y buenas noches.

De esta forma podemos afirmar como primer punto que todos los magos son ilusionistas, pero que todos los ilusionistas no son magos.

EL MAGO adopta diferentes formas,  estudia e investiga en diferentes fuentes del conocimiento historigráfico, las raíces del conocimiento arcano, practica o estudia la magia y cree en ella como ELEMENTO TRANSFORMADOR,  valiéndose del arte del ilusionismo para ello, a pesar de todo un mago siempre, siempre, siempre, atribuirá todas sus actuaciones a un conocimiento arcano, a un origen místico, al dominio, control o diálogo con fuerzas o seres de otras dimensiones, a su propio estado de energia, o su propia capacidad de transmitirla incluso en sus exibiciones de habilidad de la que no dudará en atribuir el mérito al propio diablo si fuera necesario. Se presenta a menudo como una figura ambigua que no le importa jugar con la frontera entre la realidad y la ficcion. Tal y como gustan de hacer muchos artistas del mentalismo.

EL ILUSIONISTA es un artista más cercano a la figura del actor y más concretamente a la de los actores especializados que consagran su vida a la interpretación, el estudio y el perfeccionamiento de su personaje, tal y como sucede con los actores de la comedia del arte o los clown. Un actor de la comedia del arte siempre interpretará el mismo papel de entre todos los arquetipos posibles. Así el que interprete a pantaleone, al arlequin o al capitano, muy dificilmente interpretará a otro pues la tradición junto a la especialición requerida para la correcta interpretación del personaje así lo aconsejan.



Mientras el resto de la profesión pretende todo lo contrario, tanto por la riqueza que profesionalmente supone abordar diferentes personajes como por el temor a ser encasillados.

Un actor de la comedia del arte, un  ilusionista y un clown dedicarán toda su vida a la interpretación y perfecionamiento de un mismo papel.

Un ilusionista como tal, centrará su formación y su trayectoria profesional en el estudio y perfecionamiento técnico y su propuesta artística. No suele plantear un diálogo con el espectador sobre el origen de lo que muestra, quedando de forma explícita y taxativa que todo es producto de la preparación actoral especializada y de una serie de recursos técnicos propios de su oficio. Presenta sus rutinas y espectáculos dentro de un contexto puramente del arte del entretenimiento "entertaiment", algunas propuestas, las menos, pretenden ir más allá aproximandose al contexto de las artes escenicas, entendiendo éstas como aquellas que buscan ofrecer al público algo más que mero entretenimiento y diversión.

Entonces .....¿existen los magos? pues al igual que las meigas haberlos hailos. y así nos lo ha ido dejando ver la historia de nuestro arte.

Recuerda que el mejor truco del diablo fué el de convencer al mundo de su inexistencia y el mejor truco de los magos fué el de convencer al mundo de que la magia tenia truco, porque solo así dejaron de perseguirnos y de quemarnos.


Del lat. metonymĭa, y este del gr. μετωνυμία metōnymía.

1. f. Ret. Tropo que consiste en designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto por la causa o viceversa, el autor por sus obras, el signo por la cosa significada, etc.; p. ej., las canas por la vejez; leer a Virgilio, por leer las obras de Virgilio; el laurel por la gloria, etc.

CHARLEY MAX 
INSIGNE EX MAGUS

PD; Agradezco el interés demostrado por la figura del TRUQUERO, indicando la dirección a seguir para el estudio y profundización en éste, han de dirijirse al ilustrísimo ayuntamiento de la Peza, soliciten audiencia con el ilustre catedrático , D. Luis Arza el cual aclarará de buen grado, como es habitual en su persona, cuántas dudas se le planteen sobre tan prestigiosa figura de nuestro arte y de la cual el es el verdadero experto en su identificación y clasificacion cientifica .


El ilustre cazador y clasificador de truqueros 
D. Luis Arza



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